Seguro que te has planteado dar el salto a la larga distancia.
Seguro que te asaltan dudas.
Yo, como entrenadora y deportista de larga distancia siempre aconsejo a mis deportistas con unas pautas básicas que creo que siempre hay que respetar.
Estamos viviendo una época de auge de deportes de resistencia y retos, pero debemos tener cabeza y respetar la progresión. No dejarnos llevar por modas y saber la razón por la que queremos hacerlo y si estamos preparados.
Recordad que la herramienta que utilizáis para ello es vuestro CUERPO, lo más preciado que tenéis. El que os acompañará toda vuestra vida.
Si no lo cuidáis bien, no podréis seguir practicando lo que más os gusta.
Así que, no os empeñéis en hacer larga distancia en vuestro primer año de triatlón.
No hay prisa. El triatlón es un deporte maduro, que admite y agradece deportistas maduros.
Muchos habréis visto en los pódiums de grupos de edad de pruebas largas sus tres escalones ocupados de triatletas de 65-70, 70-75 e incluso 80! Mirad Sister Madonna, y no es la única… aunque la conozcamos mas por ser monja.
Recuerdo cuando me crucé con ella en el ironman de Canadá… ella empezaba a correr cuando yo estaba a 10 kilómetros de meta. A las pocas horas cruzaba su enésima meta y sigue haciéndolo.
Con esto quiero transmitiros templanza.
Que disfrutéis de esto, con el equilibrio que implica compaginarlo con vuestra familia, trabajo y demás temas que hay en la vida.
Entrenar un larga distancia requiere muchas horas. No solo de entrenamiento puro y duro, sino de asimilación de ese entrenamiento.
No es lo mismo acabar una sesión de 30km a pie, ducharse, comer adecuadamente y echarse una siesta, que hacerla al mediodía en la hora de comer de la oficina y estar muerto de sueño porque a las 7am ese día estabas nadando.
Muchos sabéis de lo que hablo. Preparar estas pruebas requiere un alto sacrificio, que estáis encantados de hacer y merece la pena, pero todos estos aspectos personales tenéis que tenerlos en cuenta a la hora de decidir preparar un triatlón que dure más de 10 horas…
También debéis evaluar el plazo que tenéis desde la fecha de decisión a su fecha de celebración.
Esto, evidentemente está condicionado por vuestra base. No es lo mismo partir de un estado de forma muy básico, a ser un triatleta que lleva años entrenando bien y que tiene buen estado de forma.
En cualquier caso, a 4 meses de su celebración, deberías tener claro que lo vais a hacer y empezar a enfocar vuestra temporada hacia él y ver que pruebas intermedias vendrían bien. Y si vuestro punto de partida es muy bajo, antes.
Más cosas a tener en cuenta: la alimentación.
Un tema muy importante pero sin volverse locos.
Hay mil teorías y no solo una valida.
La primera y universal es el sentido común. Todos sabemos lo que es comer bien y mal.
Todos sabemos que las frutas, verduras son sanas y que una caja de bollería industrial no lo es.
Más allá de esto, tenemos ramas como la paleodieta, veganos y muchas más son validas, pero siempre que se utilicen correctamente y específicamente con el sujeto. No mirando en google y aplicándolo a “mi manera”.
Yo he estado comiendo tras un ironman en la misma mesa con varios deportistas pros y uno estaba pidiendo un arroz cocido sin más, y otro acabó con la despensa del restaurante. Y los dos tienen éxitos en sus carreras deportivas.
La alimentación es importante durante el día, durante el entrenamiento, después del entrenamiento y en competición.
Es importante saber recuperar después de entrenar, y no todo son batidos de hidratos.
Es importante comer bien antes de competir, y no me refiero a un plato enorme de pasta o una pizza.
Es importante comer bien en competición, y no tiene que ser necesariamente con 20 geles.
Quizá tú sí, quizá él no, quizá ella necesita otro tipo de alimentación porque su estomago no asimila… quizá él necesita más ingesta… quizá con el calor necesitas unas cosas y con frio otras, y lo que te funciona entrenando no lo hace en competición.
Cada cuerpo es un mundo, y aun teniendo tu entrenador que te conoce y adapta todo a ti con todo el cariño del mundo, el día “D” de esa prueba de larga distancia, nadie sabe lo que realmente pasará. Son muchas horas, tu cuerpo sufre, se desgasta y reacciona.
Lo importante es que disfrutes, que ese día a las 7am estés con el neopreno puesto en la orilla de ese lago o de ese mar, con una sonrisa y unos nervios placenteros y que sepas que lo has hecho lo mejor posible en los meses anteriores.
Si triunfas, perfecto. Será una sensación que solo tu vivirás.
Si no sale todo lo bien que te hubiera gustado, llora lo que necesites, aprende de lo que ha salido mal, coméntalo con tu entrenador y en la próxima prueba seguro que sale muchísimo mejor.
Ante todo, disfruta! Sufriendo… pero disfruta.
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Ruth Gomez Alvarez
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